Por más vueltas que me doy por este fantástico y maltratado parque, aún no me he tropezado con la casa que le da nombre. Y si lo he hecho... Ni caso.
Hoy, primer lunes de la vuelta al cole, he tenido el privilegio de pasear por el citado bosquecillo próximo a la capital y, por ende, a mi actual domicilio, y me he recreado con la verja del acceso principal al Parque de Atracciones de Madrid. Sorprende verlo tan vacío, tan sólo una familia en las taquillas. Ni colas, ni padres ofuscados. De lujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario