Abrir el frigo y tomar una lata bien fría, disfrutarla desde el chasquido de la anilla al abrir hasta la última gota... e irte a la cama sin esa incómoda sensación de embriaguez...
Si lo que buscas es emborracharte con una cerveza mientras ves un partido, olvídate de esta negra espumosa.
¡Salud!
Y perdóname por la publicidad. Ha sido intencionada.
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