sábado, 2 de noviembre de 2013

¡MARCHANDO UN CAPPUCCINO!

Entrar en una cafetería de éstas te supone un gasto considerable. No tiene sentido arañar hasta el último céntimo en el mercado, si luego te dejas tres euros con cincuenta céntimos en un tazón de cappuccino que te sabe siempre a poco. ¿O sí lo tiene?

Viendo cómo les va, yo diría que la fórmula de los tanques de café y los precios altos funciona de maravilla.

¡Nos va la caña!

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